The comunicación asertiva es un modo de expresar los sentimientos y puntos de vista de forma clara, directa y respetuosa. Por eso, ser asertivo implica que usted se respete a sí mismo tanto como respeta a los otros, y que está dispuesto a dialogar para llegar a acuerdos y resolver conflictos.
Formas de comunicación
La comunicación asertiva se diferencia de otros estilos como el pasivo y el agresivo. Los comunicadores pasivos suelen decir “sí”, poniendo sus necesidades en segundo plano para evitar conflictos. El problema es que esto termina generando rabia y resentimiento. Por el contrario, la comunicación agresiva surge de dificultades para reconocer las necesidades y sentimientos del otro. Esto puede hacer que usted obtenga lo que quiere, pero al costo de debilitar la confianza y el respeto mutuo.
Consejos prácticos para el diario vivir
No se trata solamente de lo que usted quiere decir, sino también de cómo lo dice:
1. Expresar su punto de vista en primera persona
Ser simple y específico al momento de expresar lo que piensa o siente:
“Estoy en desacuerdo” en lugar de “estás equivocado”.
2. Aprender a decir “no”
Decir “no” es fundamental para reconocer sus necesidades y sentimientos frente a la familia:
“No puedo hacer eso ahora. Podría hacerlo hasta mañana”.
3. Atenerse a los hechos
Evitar los juicios de valor, sobre todo en discusiones o situaciones estresantes. Evitar frases como
“Lo hiciste mal”.
4. Usar la palabra “porque”
Dar razones concisas que describan lo que usted siente o piensa
“No puedes hacer esto porque…”.
5. Evitar las valoraciones absolutas
Prescindir de las exageraciones es importante al momento de reconocer asertivamente los méritos y errores:
“Has llegado dos veces tarde esta semana” en vez de “siempre llegas tarde”.
Una forma de vida
La comunicación asertiva es ante todo una forma de enfrentar la vida. En este sentido, también es relevante el tono y el lenguaje corporal que se utiliza:
Hablar a un volumen normal: no gritar, pero tampoco murmurar
Mantener una postura erguida, mirar a los ojos y evitar cruzar brazos o piernas.
El estilo de comunicación de los padres es una de las bases sobre la cual los hijos definen su identidad y van construyendo su propia forma de expresarse y relacionarse. Esta forma de comunicarse es buena para las familias porque fomenta el respeto mutuo, la honestidad y la autoestima, creando entornos en los que todos se sienten valorados.