Los estudiantes protagonistas de una educación progresista, se involucran en el proceso docente, no se conciben como agentes pasivos. La educación toma en cuenta tanto su personalidad como su comportamiento, respetando particularidades sin pretender emparejar habilidades por medio de una educación homogénea. La docencia entonces, pasa de ser grupal a una tendencia individual. Implica un seguimiento personalizado de las necesidades de cada estudiante. La educación progresista, es una educación social, forma ciudadanos que participan activamente en la vida, cambiando los aspectos con los que no están de acuerdo, pensando en el bien común, en la colectividad, sin fomentar la competencia individual ni el destacar como individuo. Introduce valores sociales en los programas sin centrarse tanto en lo académico. Da mayor libertad a cada estudiante, sus acciones son más libres, paralelamente les enseña que toda decisión, todo acto, conlleva una responsabilidad implícita. Finalmente, desarrolla la creatividad como elemento importante en la construcción de un buen concepto de sí mismo, respeta el desarrollo de la creatividad como forma de autenticidad y diferenciación que dota a cada estudiante de mayor seguridad al asumir sus actos y las consecuencias de los mismos. Sustituye la figura del docente autoritario y absoluto por la de un docente que funciona como apoyo al aprendizaje, un facilitador del proceso de desarrollo. “apostar por la creatividad y el aprendizaje vivencial y significativo, eliminar la memorización y los exámenes, flexibilizar el currículo y dar un verdadero impulso a la educación emocional, la personalización y la atención a las necesidades individuales” – Gema Lendoiro Todas estas iniciativas demandan un cambio significativo en la visión que actualmente tiene la mayoría de las familias, sobre las escuelas y la oferta formativa que ofrecen. Los centros que siguen este modelo de escuela progresista o activa, tienen una taza de triunfo escolar más alta. Los docentes se involucran más en las clases, tienen mayor libertad no solamente en la creación de contenidos sino también en la forma de transmitirlos. En Trinity buscamos la estimulación individual de cada estudiante a través de una educación de calidad basada en este modelo, actualmente ya implantado en otros países, mayormente en los europeos.
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